En el marco
conmemorativo del ANPUD-ALEUP 2011 el Director de UN Habitat, Joan Clos ofreció
una platica introductoria para dar inicio a la presentación de otros actores
gubernamentales, institucionales y académicos citados en el evento nacional de urbanismo. El
cual, en palabras del director: “tiene como finalidad la discusión de los
paradigmas actuales de ordenamiento, planificación territorial y diseño urbano en
ciudades de países desarrollados, como de ciudades en vías de desarrollo”.
Y es que Joan Clos
menciono, que el paradigma a romper de los actuales modelos de urbanización deberían
ser aquellos, que en su crecimiento, se muestran como modelos extensivos, con
una baja densidad por hectárea, con un menor número de servicios en desarrollos
habitacionales o áreas geográficas, también, con una mayor concentración y
zonificación de actividades productivas. Estos escenarios generaban un contexto
perteneciente a teorías y modelos importados que no responden a la demanda de más
servicios por parte de la población asentada en las periferias de la ciudad;
que incluye a su vez, mayores por parte de las instituciones dedicadas a dotar
de equipamiento a estos desarrollos urbanos.
En palabras del
director: “Se piensa por parte de la población que en estos modelos importados
de otras ciudades, paradigma del proceso de urbanización actual, los coches
deben ser accesibles y la gasolina barata. Sin embargo lo que se necesita para
atender las demandas de la población es: una mejora del tejido urbano, de los
desarrollos urbanos viables social y económicamente hablando”. Es decir, se
necesita, una redensificacion de los centros urbanos y no de las periferias, la
dotación de equipamiento de servicios básicos en centros poblacionales, con
usos de suelo mixto y no zonificados a menos de ser necesario.
El director hizo
una última recomendación. Romper tradición y paradigmas entre las instituciones
dedicadas a la enseñanza urbanística, señalando la zonificación como "un
método arcaico, inflexible y sin propósito alguno”. De la misma forma, las
externalidades negativas de las ciudades difusas deberán ser entendidas en
temas de movilidad de costo y tiempo. Un ejemplo claro, son las distancias
trasladadas de zonas habitacionales a complejos estudiantiles, obteniendo una pérdida
de tiempo y consumo de energía. En el mismo caso se encuentran las distancias y
costos perdidos para adquirir servicios concentrados fuera de los complejos
habitacionales. Convirtiéndolo en un modelo desconectado de la ciudad e insostenible.
Terminando su discurso con una recomendación: “Necesitamos a un Le Corbusier
del Siglo XXI y una Carta de Atenas del Siglo XXI”.
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