Dedicado todas y todos quienes, con su labor, garantizan el traslado de las personas a su destino.
Era sábado 9 de enero del 2021 y la noticia comenzaba a aparecer en distintos medios. La Subestación del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro estaba incendiándose, personal del Metro estaba en proceso de ser evacuada por el Cuerpo de Bomberos. El balance arrojaba seis de las doce líneas de Metro fuera de servicio, un centro de control con daños mayores, y el deceso de una oficial en turno. A primera hora los grupos de chat del trabajo se activaron; entre ellos, los de enlace con la Red de Movilidad Integrada de la Ciudad de México, el chat del personal de análisis y planeación del transporte, el de operativos y otros más. El objetivo primordial en el corto plazo sería garantizar el traslado de alrededor de 1.4 millones, 54% respecto al total de personas usuarias del Metro.
Afluencia promedio diaria por Línea de Metro.
Sin fechas de restablecimiento del servicio Metro; la Secretaría de Movilidad (Semovi) en coordinación con la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) comenzó a redistribuir el parque vehicular de sus servicios regulares en las estaciones y las seis Líneas de Metro fuera de servicio; sin embargo, no sería el único organismo de transporte en contribuir. En este contexto y a marchas forzadas, por medio de videollamadas entre diferentes áreas de la Semovi comenzamos a plantear una estrategia integral para cubrir efectivamente el servicio de transporte en el mediano y largo plazo, hasta el restablecimiento total en las seis líneas de Metro. Con este texto; desde la perspectiva personal, trato de forma somera y hasta parcialmente, la experiencia detrás del trabajo de la estrategia de “Transporte Emergente”.
Tras el incendio, la estrategia para garantizar el traslado de personas sin seis líneas de Metro comenzó con un Centro de Mando (CM) coordinado con otras dependencias y comunicando en tiempo real las afectaciones. Por otro lado, el equipo técnico comenzó por cruzar información con los Organismos de Transporte (compuesto por la Red de Transporte de Pasajeros, Sistema Metrobús, Sistema de Transportes Eléctricos, Corredores de Transporte) y las Rutas de Transporte Concesionado que operaban como servicios alimentadores o que corrían en paralelo con las seis líneas de Metro fuera de servicio para contactarlas y solicitar su apoyo en el traslado de personas.
La capacidad técnica y experiencia del personal de la Semovi permitió trazar una ruta crítica para enfrentar la emergencia en materia de transporte, de manera sistemática. Se comenzó junto con los Organismos de Transporte a realizar los cálculos de dimensionamiento o tamaño del parque vehicular necesario para cubrir la demanda de millones de viajes en el Metro. Si bien se ha fortalecido a los organismos de transporte con más y mejores unidades; frente al volumen de usuarios del Metro se necesitaba más apoyo para cubrir la demanda de viajes, el cual encontramos en el Transporte Concesionado; aquel que con cada acción del Programa de Regulación puesto en marcha por Semovi, desde mediados del 2020 ha permitido tener un mayor nivel de comunicación, capacidad organizativa y supervisión en la operación.
Al concluir el trabajo de escritorio y tras las actualizaciones del diagnóstico compartido por el Centro de Mando, de carácter Interinstitucional, surgió la necesidad de acompañar al equipo en campo con otras dependencias como Instituto Nacional de Verificación Administrativa (Invea) y de SSC Tránsito en nodos con alta concentración de viajes. El equipo en campo permitió monitorear rutas de transporte de apoyo, características de unidades, sitios de ascenso y descenso, gratuidad del servicio a personas vulnerables, tarifas de cobro, accesibilidad del sitio, conflictos en materia vial, balizamiento, señalización y obras de mejoramiento.
Ese mismo día, a altas horas de la noche se
desarrollaba una última reunión para definir roles y responsabilidades
para comenzar la operación los siguientes días. La retroalimentación del
personal en campo fue fundamental y con una comunicación constante y a
distancia, se obtuvo una Red de Transporte Emergente e integrada para ser
implementada. La estrategia inició antes de las cinco de la mañana el lunes 11
de enero. Desde el Centro de Mando y con personal en campo se detectaron
gradualmente áreas de oportunidad; entre ellas: mayor comunicación, información
y señalización al usuario, cumplir con servicios de transporte programados,
ampliar unidades en horas de máxima demanda, fortalecer las medidas sanitarias
en el transporte, activar operativos de sanción y supervisión, entre otros.
Una de las tareas fundamentales del esquema de operación dentro de la estrategia fue la comunicación e información en tiempo real, que permite, a la fecha, balancear la oferta de unidades en los 19 nodos de transporte y cumplir con la demanda de usuarios. Entre el personal que cubre la operación en sustitución de las líneas de Metro y los días; se ha manteniendo el ritmo de trabajo, cuidado las jornadas y facilitando turnos del ya reducido personal operativo en el contexto de la pandemia. De esta forma se pone atención al cuidado, el desgaste mental y físico; así como el compromiso por apoyar a la ciudadanía.
Nodos de la Red de Transporte Emergente
Un día ordinario comienza poco antes de las cinco de la mañana; el personal llega a un nodo, se cuentan unidades por línea, se abren las pasarelas del Metro para mejor transbordo y seguridad de personas usuarias, preparan el material como cubrebocas, gel, megáfono, reconocimiento de personal en turno, cuentan usuarios en fila, se comunican con la coordinación de otros nodos para reducir frecuencias de paso o confirmar relevos, preparan un reporte detallado; continuando hasta finalizar a la media noche, con los últimos autobuses moviendo a la gente a sus destinos. Sin el compromiso del equipo en campo para reportar constantemente en grupos de chat y diversos canales de comunicación, las métricas clave de operación como frecuencias, tiempos de espera de usuarios, ocupación de unidades y retrasos; sería imposible evaluar y mejorar cada día.
Derivado de esta estrategia interinstitucional, cada día por instrucciones de la Jefa de Gobierno a las 13 hrs se transmitirá un informe compartido con la Directora del Metro y el Secretario de Movilidad, comunicando los avances para restituir las líneas del Metro y los pormenores de los Servicios de Transporte Emergente y cuyo formato se asimila a la “Tardeada del Transporte” donde se ve reflejado el trabajo de quienes con su labor, garantizan la operación de la Red de Transporte Emergente.
Entre los resultados por semana del despliegue de personal y coordinación se encuentran los tiempos promedio de espera de usuarios del transporte por línea que en horas de máxima demanda se han logrado reducir de 9.1 a 6.1 minutos, siendo esta mejora más evidente en servicios emergentes de Línea 3. En cuanto a ocupación se refiere y considerando la actual pandemia es importante mantener bajo este indicador, en este sentido, la ocupación promedio de unidades en las tres líneas ha permanecido por debajo del 60% durante la primera semana, mientras que la segunda semana esta se redujo a 49%, tendencia que se explica por la integración de más parque vehicular al igual que al despacho continuo de unidades por parte del personal.
Reporte
de Operación de la Red de Transporte Emergente (22/01/2021)
Estas mejoras en la operación, se complementan con testimonios aun más interesantes sobre la configuración de los viajes de los propios usuarios, tanto en notas de prensa que por un lado resaltan la adaptación y comprensión ante la ausencia del Metro y por otro lado la sorpresa de abordar unidades que nunca habían usado, como el Transporte Turístico (unidades de dos pisos que apoyaron a cubrir el servicio emergente de Línea 3). Otro testimonio durante mis guardias fueron los de una señora que a sus 40 años de usar toda su vida la estación de Metro Hidalgo; fue en este contexto que le permitió conocer las nuevas unidades de Trolebús de Eje Central que dejó de usar porque “tardaban mucho” y que ahora esta alternativa pudiera ser su nueva ruta.
Como mencioné al inicio, además de la Red de Movilidad Integrada se sumaron unidades de Transporte Concesionado, Transporte Escolar, Transporte Turístico y el Mexibús del Estado de México; aumentando frecuencias, reduciendo la ocupación de unidades y tiempos de espera. Así, desde la primera semana el parque vehicular de la Red de Transporte Emergente contaba con 1, 197 unidades, mientras que al 22 de enero el parque vehicular se incrementó a 1, 405 unidades (+17%) destinados a cubrir diariamente la demanda de viajes. De la misma forma, el personal en campo incrementó de 1, 550 a 2, 339 personas en actividades operativas y administrativas, entre ellas personal de Semovi, del Metro, Pilares, de los Organismos de Transporte, Secretaría de Cultura entre otras dependencias, participaron.
Parque
vehicular y personal operativo de la Red de Transporte Emergente
(12/01/2021 y
22/01/2021)
Fuente: (Semovi, 2021)
Próxima estación, restablecimiento...
Es la madrugada del sábado, ha acabado mi turno a las 12 de la noche, se cumplen dos semanas de haberse concebido la estrategia de Transporte Emergente y de agradecer la comprensión de las personas usuarias y al Metro por su constante atención. La Red de Movilidad Integrada en esta administración y en este contexto, dejó de ser un mero concepto intangible que, en medio de una emergencia, se ha vuelto más visible que nunca en las calles y regulado para beneficio de todas las personas usuarias. La Red de Movilidad Integrada nunca se ha vuelto más fortalecida, visible y solidaria en las calles, como ahora. El transporte público seguirá siendo fundamental e imprescindible para la población en una ciudad de escala metropolitana.
Tres de las seis líneas de Metro
fuera de servicio ya se restablecieron y a dos semanas del incidente, la Línea
1 comenzó a operar nuevamente; superando cualquier pronóstico. De acuerdo a los informes del
propio Metro presentados el 23 de enero del presente, en los últimos tres años ha habido una inversión histórica del 2018 al 2020 en el Metro con un incremento de 58% en las partidas de mantenimiento y de 68% en materia de refacciones. Esta inversión ha
permitido reducir en 47% los retrasos de operación durante este mismo periodo, lo que permitirá el restablecimiento de las dos líneas de Metro restantes.
La estrategia de
Transporte Emergente de la Ciudad de México continúa operando con números positivos, se han cubierto
los viajes con el único gran objetivo de no dejar a nadie sin llegar a su
destino y hemos profesionalizado la operación con el paso de los días. Aún hay
muchas perspectivas por analizar de este evento, como la articulación
metropolitana en materia de transporte, para que servicios como Mexibús
ingresen a la Ciudad de México y convivan con el sistema Metrobús, un hecho sin
precedentes, pues es la primera vez en la historia del transporte semi-masivo
que esto ocurre. La inversión realizada por el Gobierno de la Ciudad de México
para la adquisición de más de ochocientas unidades que ha
permitido a RTP apoyar en esta emergencia sanitaria, para el traslado del
personal médico y para apoyar al Metro.
Los mas de ochenta nuevos Trolebuses y su inversión igual relevante e histórica, ha permitido ampliar el recorrido en una de sus líneas a Metro Pantitlán, registrando incremento en su demanda y demostrando que las mejoras tecnológicas adquieren mayor sentido cuando se busca un transporte que llegue a donde la gente lo requiere y no solo eso, sino con unidades articuladas que permiten mayor ocupación con sana distancia. De la misma forma, Metrobús integró una de las diez unidades eléctricas en la Línea 4 con ampliaciones de recorrido a Pantitlán, también inició el apoyo en Línea 2 del Metro con unidades articuladas circulando en avenida Tlalpan, diversificando las alternativas de recorridos a usuarios.
Convencido estoy de que el camino que debemos seguir es el de continuar visibilizando la importancia del transporte masivo como el Metro, al igual que la continua mejora en la calidad de la Red de Movilidad Integrada y el Transporte Público.