El libro “Skylines: Understanding and Molding Urban Silhouettes” (1981) del arquitecto y diseñador Wayne Attoe, es un estudio empírico que gira en torno a los significados y representaciones del Skyline, en ciudades de Europa y Norteamérica. Para el presente post, expondré tres apartados del libro, que son el Skyline como Símbolos Colectivos, el Skyline como Indicador Social y el Skyline Funcional; los cuales me parecen importantes para entender al “Skyline” como fenómeno urbano y social.
El Skyline y su estudio como dice Attoe, no es un fenómeno reciente ya que la concepción surge a mediados del siglo XIX cuando el término aparecía entre la población, tanto en áreas rurales y urbanas, como sinónimo de horizonte y en algunos periódicos, como un fenómeno visual donde se encontraba la tierra y el cielo. No fue sino hasta principios del siglo XX cuando la palabra Skyline se desligó de una relación tierra-cielo, para convertirse en una relación entre los edificios (medio físico) y el cielo (medio natural). Lo anterior, gracias al trabajo elaborado por Montgomery Schuyler y la introducción del concepto Skycrapper (Rascacielos) (Attoe, 1981).
El Skyline como símbolo Colectivo.
El Skyline de muchas ciudades es un símbolo colectivo cuando este representa un momento histórico de la ciudad, de un pueblo y lo más importante, con el que cierta población se identifica, ya sean edificios o monumentos (Attoe, 1981). Así, el Skyline o estos elementos físicos construidos, son testimonio del desarrollo de una ciudad, generando una identidad con cierta población, muchas de las veces construida con el paso del tiempo.
Fuente: “Skylines: Understanding and Molding Urban Silhouettes” |
De lo anterior, se desprende una reflexión en la que algunas ciudades se han insertado no solo por el papel que tiene la forma y silueta del medio físico en las ciudades, sino por el peso que esta tiene en la sociedad. Así, Attoe menciona que en la ciudad de Moscow, durante la guerra de los bloques económicos y ante la falta de un Skyline con elementos físicos de la ciudad que pudieran ser identificados entre la población local y extranjera, se pretendía erigir un monumento a Lenin que pudiera ser visto desde diferentes distancias y lugares. Demostrando así que la alimentación colectiva e histórica, podría no solo modificar el Skyline de una ciudad, sino dotarla de una identidad colectiva.
Sobre posición del Skyline en la ciudad de Moscow con el monumento a Lenin. Fuente: Michailow, 1953 en Attoe, 1981. |
Un caso similar pero que tiene que ver con la regulación del Skyline por un sentido de identidad, por las características del lugar y por el medio físico construido (edificios), fueron los programas de planificación urbana en la ciudad de San Francisco, donde la topografía de la ciudad y el crecimiento del mercado inmobiliario hizo que existieran regulaciones en materia de altura de los edificios residenciales y comerciales, con el fin de proteger no solo el Skyline San Francisco, sino la identidad de la misma ciudad.
En el caso de la ciudad de San Francisco, la topografía y ubicación de los edificios altos y residenciales; generalmente los primeros de mayor altura, incrementaban o reducían la posibilidad de un Skyline llamativo por la forma de la ciudad y del paisaje generado. Es por lo anterior que se decidió que la mejor opción para regular el crecimiento urbano y planificar el mercado inmobiliario era la adaptación de los edificios (residenciales o particulares) a un efecto generado por la topografía característica de la ciudad de San Francisco; denominado “Hill and Bowl” ,donde los edificios de mayor altura se ubicarían en las colinas de forma dispersa y la zona residencial en las pendientes (Véase siguiente imagen), sin embargo este patrón actualmente ha cambiado de forma gradual, pero aun existen regulaciones que limitan la transformación drástica del perfil característico de esta ciudad.
Efécto Hill and Bowl en San Francisco Fuente:“Skylines: Understanding and Molding Urban Silhouettes” |
Torre Latinoamericana Fuente: Wikicomons |
El Skyline como indicador social
Si bien ya se ha dicho que el Skyline en muchas ciudades es un símbolo colectivo y que a la par del desarrollo de esta han existido planes de regulación o planificación, lo anterior se debe en gran medida a que el Skyline puede también ser un indicador social, porque pueden representar los valores de una comunidad o de la misma sociedad donde se emplaza, destacando a partir de la altura, la forma y ubicación de los edificios; los usos de suelos, las actividades principales o lo que es común, la jerarquía de poderes económicos, políticos o sociales.
Entonces, el Skyline de una ciudad o de una parte de esta puede indicar las formas de vida y valores de una población que no siempre puede sentirse identificada con ella, pero que coexiste alrededor de ella. Attoe, menciona un ejemplo claro de lo anterior, cuando dice que una población siempre se ha interesado en la interpretación que otros tienen del Skyline de su ciudad.
Así por ejemplo, durante el siglo XV al XIX, el arquitecto Pastier, cuya reflexión se dirigía a una visión sobre lo que debía contener un Skyline, en su discurso sobre el correcto contenido de un Skyline; este debía eliminar o impedir cualquier elemento que no representaran los valores de una población. Pugin en la misma línea que el autor anterior fue otro arquitecto y diseñador, cuya intervención en la modificación del Skyline en Cambirdge durante la época industrial, argumentaba que el Skyline no debía contraponerse con los valores espirituales y religiosos de la población. Lo anterior, tras la construcción de industrias y chimeneas tan altas que obstaculizaban la vista de la catedral o de una iglesia, perdiendo los valores espirituales de la ciudad y de la misma población. Adoptando así políticas de protección del Skyline, para preservar los valores espirituales de un lugar, afectando los intereses particulares.
Sin embargo, existen otros ejemplos donde la importancia del Skyline no radicaba en la permanencia de este fenómeno sino en la capacidad de desarrollarse y ser dinámica Lo anterior, Attoe lo ejemplifica con el caso de la ciudad de Los Angeles, a mediados del siglo XIX, cuando el Ayuntamiento de la ciudad; símbolo de los valores y libertades características de la población norteamericana, iba a ser opacado por edificios comerciales construidos a su alrededor. Fue hasta 1956, cuando se decidió a reducir las limitaciones de construcción de edificios, pero sobretodo, restricciones correspondiente a la altura y que impedirían que este símbolo cívico o comunitario destacara en el Skyline urbano de la ciudad de Los Angeles.
La flexibilización de las autoridades de planificación urbana en la ciudad de Los Angeles, no solo permitió la modificación del Skyline de la ciudad por intereses particulares, sino por el laissez-faire, abstraído de la economía del país y aplicándolo a la forma urbana de la ciudad. Es decir, con esta lógica, el Skyline sería un elemento y fenómeno en constante cambio (Nueva York o Chicago) y no permanente o estático. Este laissez-faire, por ser un argumento donde el desarrollo urbano o inmobiliario más fuerte sobrevive, se ha criticado por el hecho de anteponer los intereses particulares sobre los colectivos; poniendo en jaque la identidad de una ciudad y de sus residentes.
Un Skyline puede servir como indicador de las condiciones sociales, políticas y económicas de una ciudad, también este pueden dar cuenta de cuan ecológico o sustentable es el "perfil de una ciudad". Así por ejemplo Attoe pone como ejemplo la ciudad de Vienna, cuyo Skyline se adapta a la topografía y a las condiciones naturales del lugar, la ciudad de San Francisco es otro ejemplo con sus zonas residenciales adaptadas a las colinas existentes y la misma topografía. Pero contrariamente a este tipo de Skyline, tenemos más ejemplos que se imponen a las condiciones naturales e incluso las ocultan, como lo es en el caso de Nueva York, donde los altos edificios, en muchas ocasiones le restan la luz del día a los parques.
Aun con lo anterior los Skyline ecológicos suelen estar relacionados mas con una idea romantica, más que de una concientización relacionada con la salud y la conservación de recursos naturales, como dice Attoe. Al respecto, el autor menciona que en un intento por familiarizar el Skyline con los elementos naturales que componían la ciudad de Nueva York, las nuevas construcciones de edificios debían distribuirse en forma dispersa por el espacio, en un intento por aumentar la luz del día en la ciudad y áreas verdes, al igual que permitir la circulación del aire; situación que no sucedió.
El Skyline funcional u orientador.
Después de una reflexión alrededor de la conformación del Skyline y su carga social, política, económica y ambiental; la practicidad actual del Skyline, tiene una función más allá de representar, la colectividad o el poder económico, social y político. El Skyline y los elementos físicos que la comprenden, tienen la función practica de orientar a mucha de la población que de forma cotidiana se desplaza alrededor o entre este. Tal como Lynch (2012) decía sobre como la legibilidad de una ciudad parte de entre otras cosas, de los hitos; en este caso los edificios, que nos ayuden a ubicarnos en el espacio, estableciendo así, no solo una conexión entre el medio físico (edificios) y el cielo, sino entre los edificios y la tierra o el suelo que también forma parte de la mayoría de los Skylines de las ciudades actualmente.
En este apartado Attoe explica cómo es que el Skyline ha ayudado a través de la historia a no solo entender al forma urbana generada con el paso de los años, sino la función que estos tienen. La orientación es una de ellas, no solo por el hecho de que las sociedades actuales no se rigen por la posición del sol ni por la dirección del viento, sino por una “racionalidad urbana”. Es decir por calles, números, avenidas y en este caso, edificios que comprenden nuestros trayectos cotidianos y que la población puede identificar gracias a diferentes procesos cognitivos adquiridos por residir en un determinado lugar o ciudad. Es así como podemos identificar el Big Ben en Londres, El Empire State de Nueva York, La Torre Eiffel en Francia, las Torres Petronas de Malasia etc.
Sin embargo, es raro ver un mapa que nos oriente mediante un Skyline, pero en la antigüedad existían mapas que identificaban monumentos y edificios representativos de la ciudad para orientar a la población; de igual forma, existían mapas que desde diferentes perspectivas trataban de describir el medio físico o edificios que rodeaban un punto central. Lo anterior sin mencionar mapas mentales que también eran utilizados para organizar y establecer jerarquías entre aquellos elementos físicos que conforman la ciudad de residencia y que son reconocidos nacional o internacionalmente.
Reflexión
La importancia de esto puede ser relativa o no; en lo personal siempre me ha servido orientarme a partir de los edificios que me rodean, al no conocer mi norte o sur. Pero no solamente es la orientación sino el significado que los edificios mantienen con la población y el lugar donde se ubican, el Skyline de la ciudad de México puedo decir que se encuentra distribuido de forma dispersa, aunque existen ejemplos como la avenida Reforma donde últimamente ha sido el lugar predilecto para la construcción de edificios de mayor altura, generalmente comerciales, unos cuantos edificios gubernamentales y residenciales. Si bien muchos de los edificios que se ubican en esta avenida tiene diferentes usos, ya sean particulares o públicos, existen lugares como Santa Fe, donde el desarrollo inmobiliario ha generado un clúster de edificios y corporativos, de uso mixto y cuyo Skyline se ha adaptado paulatinamente y con conflictos, al de la ciudad de México.
Finalmente, no solo son estos dos ejemplos donde se encuentran los Skylines característicos de la ciudad de México, pueden existir otros tantos de los cuales no haya hablado, pero es esta otredad, la que más interesa porque en el imaginario colectivo el Skyline, este se conforma de elementos físicos no oficiales pero con cierta importancia para cada individuo.
Si comparamos los argumentos que menciona Attoe con el Skyline de la ciudad de México, este es tan mixto como el de cualquier otra ciudad bajo un sistema económica mundial o globalizado, ya que podemos encontrar edificios históricos como el Monumento a la Revolución, pero también podemos encontrar a la Torre Mayor en una misma avenida y con diferentes opiniones de cada uno. Como sucedió en algunas ciudades, el Skyline de la ciudad de México es resultado del interés comercial sobre el comunitario y social, pero que forma parte de este laissez-faire urbano y la lucha por el mejor desarrollo inmobiliario destacado en el Skyline de una ciudad. Si bien la crítica elaborada, sobre los intereses y la representación adecuada que debe dar un Skyline según los valores de una sociedad, estos aún son diversos y la población más allá de identificarse en su totalidad con el Skyline, vive alrededor de ella y la ha aceptado con el paso del tiempo.
El Skyline de la ciudad de México se ha consolidado con el paso del tiempo y este se distribuye de forma dispersa. Los edificios de mayor altura generalmente tienden a concentrarse; muchos de estos son corporativos y muy pocos de uso residencial, como lo muestro a continuación. (Imágenes extraidas de Wikimedia Commons).
Skyline Polanco
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Skyline Centro Historico, Ciudad de México.
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Skyline Santa Fe.
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Skyline Reforma
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